"Parabola" suena al máximo volumen en mis oídos y en lo más profundo de mi corazón se escuchan los ecos de esos poderosos manteos musicales mientras que mis ojos miran, furtivamente, el techo del solitario cuadrículo en el que estoy inmerso... Quizá soñar con que saldré de aquí alguna vez es esperanzador pero el pensar que nunca podré hacerlo es un insufrible dolor, un dolor que aparece de vez en cuando en forma de ilusión para arruinar la poca confianza que me rodea.
A veces pienso que todo sería mejor sin mí pero el pensar que más gente puede creer lo que yo creo me avergüenza, me avergüenza ser algo que no soy, me avergüenza todo lo que no es real y sin duda... ésto, no es real.
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Resquicio de nuestros gritos.