martes, 23 de noviembre de 2010

Memorias, recuerdos... PASADO.

A veces desearía volver doscientos ochenta y cinco días atrás... sólo existir por cinco días, alejado de mi país, de mi patria, de mi familia, estar rodeado de esos paisajes que durante un corto período formaron mi vida y sobre todo, de tí. Recuerdo enjuagado en lágrimas todo lo que por mi mente pasó durante esos días, todo lo que mi corazón pudo expresar en tan poco tiempo, sentimientos que nunca habían aparecido en mi ser: amor, felicidad, alegría... solamente desearía volver a ser importante en la vida de alguien pero parece que estoy condenado a la soledad y el odio.

Todavía al cerrar los ojos me vienen a la mente sus ojos, su sonrisa metálica, su pelo rizado, su simple pero perfecta condición de ser humano. Juegos de miradas mientras que los escritos y la música sobrevuelan el alrededor, pianos de antigüedad ilimitada y una "music machine" que alberga en su interior arte digna sólo para nosotros, arte fotográfica se desprende lentamente por sus dedos mientras que yo me dejo llevar por la poca naturalidad que poseo... Después de dejar nuestras gargantas satisfechas con el zumo de cebada asistimos a la desaparición lenta pero sin pausa de las personas que nos rodean y finalmente nos quedamos solos en ese abismo, sentados mientras que nuestras miradas se cruzan y tú resbalas tus artísticas manos por mi larga cabellera... Tengo ganas de mirarte fijamente y perderme en tu horizonte pero parece que mi odioso comportamiento me niega ese placer... por ahora.

A la mañana siguiente me despierto feliz como si en la noche me hubiesen arropado miles de ángeles... pero lo único que se asemeja a ellos es tu caracter frío que transforma mi acalorada alma en un mundo de sentimientos que sólo unos pocos elegidos nos podemos permitir gozar... Llegado el ocaso y cuando el frío rodea cada milímetro del entorno nos disponemos a entablar una jugosa conversación pero parece que el placer del humo aún consigue quitarme importancia por lo que termino acompañándote al humedal pórtico... Mientras echo el último trago a esa desconocida cerveza tú me miras con unos ojos desconocidos para mí... pero me atraen, me acercan hacia tus labios y termino con visones ciegas ante un nuevo mundo de felicidad: el mundo del amor.

[...] todo ha acabado y lo único que alcanzo a expresar con mis labios y mi mente es un "lo siento"; nada podrá nunca hacer que vuelva a ese mundo, ni mis manos, ni mi corazón, nada.

GRACIAS

                                                    Gracias por haberme hecho sentir importante.

1 comentario:

  1. Nose.
    Nose quien es esa chica ni lo que paso.
    Nose absolutamente nada.
    Lo unico que se esque no estas condenado a la soledad y al olvido,ninguno lo estamos. Recuerdalo.

    Te echo de menos.

    ResponderEliminar

Resquicio de nuestros gritos.